domingo, 29 de agosto de 2010

Yo solo quiero que arda la morena (...) (8)(8)

Tras la carta a mi pelo di a conocer algunas de las cosas increibles que nos pasaron durante los 21 días que hemos pasado fuera de casa, recorriendo España y conviviendo como buenos hermanos. Después de algún tiempo, y con la vuelta a casa de una de las grandes personajas que conocimos en nuestras aventuras, ella misma se ha atrevido a recopilar los acontecimientos más importantes que transcurrieron durante la recta final de esta campaña: el ArenalSound'10. De su propio puño, de las yemas de sus dedos, literalmente, os dejo este magnífico resumen de la jornada:

"Todo comenzó con un montón de inconvenientes y contratiempos: gente que se raja, caídas de bicicleta y problemas con las drogas, pero a pesar de todo Burriana nos esperaba. Esperas hasta las 5:00 de la mañana, no dormir para no perder el tren, quedarnos sin medio de transporte por un periódico, siempre nos quedará radiotaxi, 54 € para una preferencia en la que nos quedamos separadas, comiendo sándwiches de lechuga y una triste lata de aceitunas, quedarnos sin saber el final de Tiana y el sapo. 20:00 p.m. Castellón. Una hora de retraso. Sara y Carmen, 27 € de vuelta al bolsillo. Por fin algo empieza a ir bien. Estrada nos recoge a cambio de una lata de almejas que jamás llegamos a darle. Burriana. Problemas para arrastrar mi maleta. Caldo de las aceitunas esparcido por la nevera. La tienda de campaña con unas instrucciones imposibles de entender si mientras te las explican te dedicas a ver la tele. A oscuras, tras discusiones varias decidimos ponernos manos a la obra y montar la tienda. Nuestros vecinos se acercan para ayudar. Cigarro. Desisten. Nos dejan solas. Dos horas y cuarto. Lo conseguimos. Somos capaces de conseguir cualquier cosa. 01:00 a.m. Ducha. Frío. Poco recomendable. Pizza. Lo último caliente en varios días. Dormir en nuestra tienda de tres habitaciones.

Consum. Patea. Vuelta. Dieta a base de sándwiches y melocotones. Tarde de playeo con cervecita incluida: ) Tabaco de liar. Estanco cerrado ¿Una Guía Telefónica? Grande Toni. Gran personaje, mejor persona. No solo nos busca el número en el periódico, sino que también nos da su móvil para que llamemos, nos invita a una cerveza, nos pone en contacto con una amiga suya, y nos trae el ordenador de su casa, después de regalarnos una flor. Cenamos y nos unimos a nuestros vecinos. Preguntan si nosotros somos los de la guitarra. Cumpleaños. Recolecta de gente para felicitarla. Grandes Maca, Amparo y Tania. Juanito saca una vena artística hasta el momento desconocida incluso para él. Sería su estado, o quizás el nuestro… Dani chico con su enfermedad mortal. Baño en la playa con nubes que a algunos le parecían montañas y la luna sonriéndonos. El sol empieza a asomarse a la vez que aparece el camión de la muerte con sus cuatro luces amenazadoras. Recena. Última noche que dormiría dentro de la tienda. Nuevas incorporaciones a la comunidad. Manhattan y las vecinas valencianas. Se interponen en el camino de nuestra casa a la placita. Sólo movernos del camping para ir al mercadona y a las duchas. Por la noche se nos unen las nuevas vecinas valencianas María, Teresa y Laura, y las cumpleañeras del día anterior. Eli se va a dormir. Aurora y Juanito a la playa. Baño. Adios Vitalic. Concierto. Cigarro. Nadie. Dani Grande me hace buling. Nuevos amigos. Ofertas de farlopa. After. Fernandito salvándome el culo por primera vez. Nuevas presentaciones. Luisa y Marina. Nuevamente Sara hace acto de presencia y nueva sorpresa. Amiga de Fernandito. Ver amanecer sobre el mar sentaditos en las tablas charlando contigo. Calor. Sobar en la placita del barrio. Despertar rodeada de gente que no aguantan más el calor dentro de la tienda. Poco a poco saber el modo de juego de cada jugador de la roja, que si Villa no marca porque no quiere, que Hiniesta le da mucho juego al balón… Una vez más Toni entra en acción y gracias a él, de manera indirecta, conseguimos lo que queríamos.

Mou: “El buen rollo se corresponde con buen rollo”. Filosofía del festival.
Fiesta Beach White, y hasta los cojones de esperar. Armin van Bureen sola. El porro más largo de vuestra vida. Fernandito al rescate. Pilar, Isra, ¿Dani o David? Promesa que está pendiente de cumplirse en Sevilla. After. Declaraciones a hombres de uniforme, guardias civiles. Pulsera perdida en la arena. La Roca. Pilar se enamora de los pantalones verdes. After. Acabamos hablando con dos personajes que te pintan la espalda a cambio de algo. Resultado: dos nuevos amigos y dormir con la espalda con más colores de los que tendré en la vida. Un día más. La decisión de hacer un reloj de sol. Clases magistrales de mus. Órdago a la chica con un seis. Chico. Todo el día con la única “obligación” de poner las piquetas del reloj de sol. Pero NO. Ducha con esponjazo exfoliador de huevos en la boca. Noche de tekila para algunos, y de aullidos a la luna llena porque a Estrada le apetece hacer alguna cosa extraña, como bailar alrededor de la pelota a modo de tótem, porque es lo más parecido a bailar en pelotas…



Concierto de Los Aslándticos, tinto en el paseo marítimo con compañía de un yonki con una historia un poco gore. Estrada de apuntador. Huida. Nuevos amigos (que por lo visto no, no eran gays) y poco a poco van huyendo todos hasta que parece que estoy sola, pero ahí estaban Vemos la luna ponerse y luego a través del toldo una farola que se le parecía…la apuesta y el cubata se quedan en empate. Esos 78 hidratantes a cambio de un vaso para seguir bebiendo, reto de otros 78 exfoliantes que se queda en el aire. Fernandito y su magia. Nuevamente mi salvador me consigue un coche. Te debo la vida.


Siguen pasando los días entre nuevas llegadas. Montunets. Siestas de toda la tarde compartiendo almohada y confidencias. Juanchito Panchito te quiero siempre sonriente. Bailes con guitarra al anochecer. Momentos de locura dedicándole una canción basada en la percusión de una nevera maloliente a Maya. Cinco personas descoordinadas por completo dándolo todo con la caja, resultado: moratón en la mano y algunas malas caras. Concierto de Los Delinqüentes. De “Maldita Sea” recién bautizada por Estrada. Miguel Bosé con faringitis y Wally López desde el camping. Duchas tekileras con croqueta y jabón AXE por toda la cara. Partidos de algo cuya única regla es que cada uno juegue como quiera, remates de volley de más de dos metros subida a los hombros de un gigante. Estar a punto de morir degollada gracias a eso. Tener un imán para todos los balones. Cariocas. Tirar cosas al toldo. Tunear zapatillas para que después las rompas. Tobilleras que pasan a ser pulseras y acaban siendo llaveros. Mirar la basura como si fuera un super. Momentos de pillaje. Pedir deseos como albóndigas y que se cumplan. Bañadores de marca de regalo. Canciones con una letra tan profunda como: “Yo lo que quiero es que arda la Morena, que se muera Manhattan y la Rubia también; Tuentyfour Petas nosotros te queremos, Manhattan te adoramos, Morena quédate!”, adorar al Betis con Pakito. Mono de Marca. El FHM como única lectura. Mou: “¿Tú vuelas?”. Promesas incumplidas del hombre desnudo. Morena tu y yo en la arena. Morena quítame las penas. Compartir paquetes de tabaco con Chico. Levantarnos solo a la hora de ir al Mercadona. Confidencias con Macarena. Conversaciones superinteresantes con Juan compartiendo colchón y almohada. Grandes momentos de sólo una botella por persona “si si, más o menos”. Twentyfour timbal. Conversaciones de horas sobre películas y canciones. Chinche siempre presente. Romper sillas. Robar sillas y camisetas. Momento abuela Estrada cosiendo el bañador…


Podría seguir escribiendo, pero me conformo con tener todos los recuerdos en mi cabeza, sabiendo que han sido ocho días escasos, pero muy intensos. Espero que tengamos en vuestros 21 días de festival un pequeño huequito. Hay promesas en el aire que por mi parte se cumplirán, siempre que no cambiéis de idea, porque Benicassim y Roma nos están esperando."


MORENAL SOUND, Gran Festival, Mejores Personas

Poco más puedo decir, solo que no puede dudar de que, al menos en mi cabeza, tanto ella como algunas otras personas de este tour particular, pero sobre todo de ella, siempre tendrá su huequito.










¡Va por ti, morena!

martes, 17 de agosto de 2010

Carta a mi pelo

Este año para el taller de prácticas de Teoría e historia de la educación, un compañero de otro grupo compartió con el resto una dinámica que se usa para exteriorizar las partes de nuestro cuerpo que no nos gustan y ver lo positivo que nos aportan como medio de paliar los complejos que las personas puedan tener. ¿Cómo? Escribiendo una carta a esa parte de nuestra anatomía diciéndole lo que no nos gusta de ella, y posteriormente, creando una respuesta de dicha parte hacia nosotros, argumentando los beneficios que nos aporta.

Tras lo que acabo de hacer esta mañana, lo primero que se me ha venido a la cabeza es este momento del año y luego muchos otros más en Sevilla. Y ¿qué ha sido eso que ha hecho que centre toda mi atención en una parte de mi cuerpo y que me plantee escribirle unas líneas en este, mi espacio? Pues bien, tras tanto comentar - todos los veranos, por cierto - que iba a cortarme yo mismo el pelo... El día llegó.

Y este no ha sido un pelo normal. Al menos no ha tenido una vida normal. La última vez que lo corté fue una semana antes de toda nuestra aventura-locura de julio, por eso ha tenido una vida tan especial, tan intensa y totalmente diferente a la de cualquier otro pelo. Ha vivido conmigo los segundos 20 días más intensos de mi vida: Ha dormido en coches, parques, campings y hasta en una mansión. Ha probado la sal, el sol y la arena de las playas de Benicassim y Burriana. Le ha dado el aire del norte en Santander y Bilbao y hasta se ha mojado un poco con su lluvia. Ha llegado a Barcelona, tras dormir en un coche aplastado por una montaña de cosas, con el solano a todo trapo dando sobre él para terminar durmiendo la siesta en Parc Güels y bebiendo una cerveza Bharma. Ha sufrido botellones en las duchas, sus baños en ese agua congelada, guerras de champú y gorros de paja encontrados. Ha sido testigo de momentos complicados y tensos, pero sobre todo de grandes momentos. Ha visto a Paquito hacerse un hueco entre las más grandes figuras del fútbol (al menos en lo que a ruedas de prensa se refiere), proponer apuestas que luego no cumpliría, no entender las cosas y cómo tenía que aguantar que Estrada le dijera "¡Es que no vales pa' ná'!". También ha visto a Juancho en su máximo apogeo FIBero, haciendo teorías dignas del propio Barney Stinson (la mítica del Bollicao) pero, sobre todo, bañarse en calzones una noche de Burriana. A Xinxe, liándosela a las vecinas y dando el juego habitual. A Estrada aguantando conmigo que le preguntaran si éramos pareja, también en su máximo apogeo de coñazo provocado por "Maldita Sea" y lo ha visto aullándo a la luna con otras 3 locas.
Ha vivido algunos reencuentros y ha podido despedirse de la mayoría de la gente de Santander. También ha conocido a más: de Valencia, Madrid, Sevilla, algún lugar de Reino Unido e incluso a un ucraniano que llevaba "toda la vida" viviendo en Burriana, sin olvidarnos del mítico 24hours que no recuerdo de dónde carajo era...

Y tras toda esta locura, pudo descansar y disfrutar con su familia en unas casitas rurales, bañándose en su piscina, recibiendo los efectos de los mojitos de la hora de la siesta del señor Delgado, bailar en una grotesca fiesta hawaiana y terminar en un chapuzón nocturno. También estaba de tapas con mis padres y le dio tiempo a ver Toy Story 3... Por eso su vida ha sido corta, solo ha pasado un poco del mes, pero intensa. Muy, muy intensa. Al final has terminado en el cubo rojo de la basura, podría haberte quemado y tirar tus cenizas al río o guardarlas y esparcirlas en Roma, pero eso habría sido un cliché.

Ya estoy buscando sustituto, al menos solo en el espacio que ocupabas, porque el que ocupe tu lugar no vivirá ni la mitad que has vivido tú, aunque espero que el que lo sustituya a él si que consiga igualarte porque vivirá mis inicios en la Ciudad Eterna.

Dicen que los cambios de peinado se hacen cuando también cambia algo en tu vida, o se quiere que pase, que no representan solo un cambio en lo fisico, sino en tu expectativas de futuro y en tus acciones. Esperemos que sea así. Ya solo me despido de ti, y solo espero que te recoja algún bichejo y sirvas para construir su nido o su madriguera, le hagas de colchó o almohada a sus crías o sirvas para que alguna semilla se recueste en tí y la ayudes a ser una planta fuerte y grande.

Muy muy cariñosamente, te dejo con los grupos esos que últimamente no paran de sonar en casa.

Dani.


Gorillaz - On mellancholy hills (Live Benicassim'10)


Mumford & sons - Sigh no more

domingo, 8 de agosto de 2010

Prometo...

Curioso. Muy curioso ver los cambios en las generaciones. Creo que es el motivo por el que escogí intentar “especializarme” (muy, muy entrecomillado porque, vaya expertos con sólo tres asignaturas...) en temas de infancia y juventud. Y no es que me haya dado cuenta precisamente hoy, que escribo desde una casa rural, en el impresionante complejo de Montes Comunales en Adamuz (Córdoba), rodeado de mis padres, sus amigos y algunas chicas de entre 12 y 15 años.


Siempre me ha atraído mucho la visión del mundo de los niños o los más jóvenes – y es que precisamente, éstas, ya no son tan niñas... - que siempre me hace preguntarme ¿de verdad era yo tan así”? Y es que lo que mis padres y abuelos llamaban “el pavo” cada vez empieza más temprano y termina más tarde.

Toda esta tontería me llega ante la visión del salón de nuestra coqueta casita, atestado de gente de diferentes generaciones y la visión de mi madre y sus amigas bailando el odioso “panamericano” (o como quiera que se llame la horrible canción) sobre una mesa imitando a la peña desfasada de los festivales. Yo descojonándome viendo a mi madre tan contenta, disfrutando y haciendo el tonto un rato mientras pensaba “si fuera la madre de una de mis primas (que por allí andaban) ellas estarían gritándole ¡qué vergüenza!, escondiéndose de todos”. Y me paro a pensar, ¿quizá yo no pensaba lo mismo hace 7 años?

Me encanta disfrutar de ellas y ver cómo les da “corte” cosas que desde la óptica más adulta o madura o como se quiera llamar, son de lo más insignificantes. Qué valor tan fuerte dan al amor, a las relaciones sexuales, a las amistades, a lo pasional, a las emociones... Y lo peor de todo, ¡qué poco le damos nosotros cuando vamos creciendo..! Cada vez menos...

Siempre vuelve a mí el complejo de Peter Pan. Es imposible que no caiga en ese síndrome cuando veo a los más pequeños con esa ilusión, dándole importancia a cosas que en realidad no la tienen desde nuestra perspectiva, preocupándose por problemas que a nuestros ojos son tan insignificantes que no alcanzamos a ver que para ellos son su mundo entero. Hace poco tuve con alguien una conversación sobre la “gente pequeña”, los Peter Pan del mundo, grupo que en algunas ocasiones alguna gente me ha incluido (y a mucha honra), y yo digo ¡ojalá! Cada vez me veo más fuera de ese grupo, muy a pesar mío... Decisiones importantes sobre mi vida, mi futuro, mi profesión, mis relaciones...

Sólo me queda el consuelo de que es parte del ciclo de la vida, con su parte bonita, que también la tiene el pasar página, pero Peter Panes del mundo: Evolucionar, crecer, madurar. Evolucionar, crecer y madurar dejando un huequito para la ilusión, la esperanza y los sentimientos. Un hueco para Peter, para Campanilla, para Atreyu y Fuju. Para Alicia y el Conejo Blanco. También para Goku, Chicho, Espinete, los Power Rangers... Un hueco para la magia y la inocencia en forma de colección de películas, de series, de dibujos, de cómics, de recortes, de cajita de metal con recuerdos, que te permita llegar del curro, de aguantar jefes y usuarios o clientes y adentrarte en otro sitio, en tu particular “Imaginario del Doctor Parnassus” y recordar aquellos tiempos en los que la mayor preocupación era si la rubita de la fila de alante estaba por ti o si a tus amigos les molaría la camiseta nueva que te había regalado tu madre.

Avanzar, crecer, madurar sin olvidar, sin dejar de lado una parte irrenunciable de nuestra vida: la ilusión.


"Ahora que han pasado unos años
prometo seguir corriendo antes que andando,
prometo seguir sin hacer testamento,
prometo seguir molestando,
prometo seguir cayendo,
prometo seguir buscando, probando, deseando, ardiendo...
Prometo seguir nadando sin guardar la ropa,
prometo seguir amando a corazon abierto,
prometo valer más que el que más vale,
prometo seguir riendo en los funerales,
prometo volar al próximo intento..."
Campaña de La Sexta 2010