martes, 17 de agosto de 2010

Carta a mi pelo

Este año para el taller de prácticas de Teoría e historia de la educación, un compañero de otro grupo compartió con el resto una dinámica que se usa para exteriorizar las partes de nuestro cuerpo que no nos gustan y ver lo positivo que nos aportan como medio de paliar los complejos que las personas puedan tener. ¿Cómo? Escribiendo una carta a esa parte de nuestra anatomía diciéndole lo que no nos gusta de ella, y posteriormente, creando una respuesta de dicha parte hacia nosotros, argumentando los beneficios que nos aporta.

Tras lo que acabo de hacer esta mañana, lo primero que se me ha venido a la cabeza es este momento del año y luego muchos otros más en Sevilla. Y ¿qué ha sido eso que ha hecho que centre toda mi atención en una parte de mi cuerpo y que me plantee escribirle unas líneas en este, mi espacio? Pues bien, tras tanto comentar - todos los veranos, por cierto - que iba a cortarme yo mismo el pelo... El día llegó.

Y este no ha sido un pelo normal. Al menos no ha tenido una vida normal. La última vez que lo corté fue una semana antes de toda nuestra aventura-locura de julio, por eso ha tenido una vida tan especial, tan intensa y totalmente diferente a la de cualquier otro pelo. Ha vivido conmigo los segundos 20 días más intensos de mi vida: Ha dormido en coches, parques, campings y hasta en una mansión. Ha probado la sal, el sol y la arena de las playas de Benicassim y Burriana. Le ha dado el aire del norte en Santander y Bilbao y hasta se ha mojado un poco con su lluvia. Ha llegado a Barcelona, tras dormir en un coche aplastado por una montaña de cosas, con el solano a todo trapo dando sobre él para terminar durmiendo la siesta en Parc Güels y bebiendo una cerveza Bharma. Ha sufrido botellones en las duchas, sus baños en ese agua congelada, guerras de champú y gorros de paja encontrados. Ha sido testigo de momentos complicados y tensos, pero sobre todo de grandes momentos. Ha visto a Paquito hacerse un hueco entre las más grandes figuras del fútbol (al menos en lo que a ruedas de prensa se refiere), proponer apuestas que luego no cumpliría, no entender las cosas y cómo tenía que aguantar que Estrada le dijera "¡Es que no vales pa' ná'!". También ha visto a Juancho en su máximo apogeo FIBero, haciendo teorías dignas del propio Barney Stinson (la mítica del Bollicao) pero, sobre todo, bañarse en calzones una noche de Burriana. A Xinxe, liándosela a las vecinas y dando el juego habitual. A Estrada aguantando conmigo que le preguntaran si éramos pareja, también en su máximo apogeo de coñazo provocado por "Maldita Sea" y lo ha visto aullándo a la luna con otras 3 locas.
Ha vivido algunos reencuentros y ha podido despedirse de la mayoría de la gente de Santander. También ha conocido a más: de Valencia, Madrid, Sevilla, algún lugar de Reino Unido e incluso a un ucraniano que llevaba "toda la vida" viviendo en Burriana, sin olvidarnos del mítico 24hours que no recuerdo de dónde carajo era...

Y tras toda esta locura, pudo descansar y disfrutar con su familia en unas casitas rurales, bañándose en su piscina, recibiendo los efectos de los mojitos de la hora de la siesta del señor Delgado, bailar en una grotesca fiesta hawaiana y terminar en un chapuzón nocturno. También estaba de tapas con mis padres y le dio tiempo a ver Toy Story 3... Por eso su vida ha sido corta, solo ha pasado un poco del mes, pero intensa. Muy, muy intensa. Al final has terminado en el cubo rojo de la basura, podría haberte quemado y tirar tus cenizas al río o guardarlas y esparcirlas en Roma, pero eso habría sido un cliché.

Ya estoy buscando sustituto, al menos solo en el espacio que ocupabas, porque el que ocupe tu lugar no vivirá ni la mitad que has vivido tú, aunque espero que el que lo sustituya a él si que consiga igualarte porque vivirá mis inicios en la Ciudad Eterna.

Dicen que los cambios de peinado se hacen cuando también cambia algo en tu vida, o se quiere que pase, que no representan solo un cambio en lo fisico, sino en tu expectativas de futuro y en tus acciones. Esperemos que sea así. Ya solo me despido de ti, y solo espero que te recoja algún bichejo y sirvas para construir su nido o su madriguera, le hagas de colchó o almohada a sus crías o sirvas para que alguna semilla se recueste en tí y la ayudes a ser una planta fuerte y grande.

Muy muy cariñosamente, te dejo con los grupos esos que últimamente no paran de sonar en casa.

Dani.


Gorillaz - On mellancholy hills (Live Benicassim'10)


Mumford & sons - Sigh no more

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